SABADO SANTO

El Sábado Santo es el día que se celebra entre la Pasión y la Resurrección de Jesús. Es el día en que Jesús fue enterrado después de su crucifixión y se espera su resurrección al tercer día. Este día es importante para los cristianos, ya que marca el descanso en el que Jesús permaneció en la tumba antes de su resurrección, simbolizando su victoria sobre la muerte y el pecado. El Sábado Santo es un día de reflexión y recogimiento, en el que se recuerda la muerte de Jesús y se espera su resurrección en la Vigilia Pascual que se celebra por la noche. 


Es un día en el que los cristianos reflexionan y meditan sobre la muerte de Jesús y su descanso en la tumba antes de su resurrección. Es un día de silencio, recogimiento y espera, mientras se aguarda la celebración de la Resurrección de Cristo en la Vigilia Pascual, que se celebra en la noche del sábado al domingo.

En algunas iglesias, se realiza una procesión con el sepulcro de Cristo, que representa el momento en que el cuerpo de Jesús fue llevado a la tumba. También se puede celebrar la liturgia de las horas, que es una oración que se realiza en diferentes momentos del día.

En este día, los cristianos se abstienen de realizar actividades festivas o de cualquier tipo de trabajo, y en su lugar, dedican su tiempo a la oración, la meditación y la reflexión sobre la muerte y resurrección de Jesús. Es un día en el que se recuerda la importancia de la fe y la esperanza en la victoria de la vida sobre la muerte.


El Sábado Santo rememora especialmente a María tras la pérdida de su hijo, por lo que es un día de dolor y tristeza, destinado al silencio, luto, y reflexión, así como lo hicieron en el sepulcro María y los discípulos. Durante esta jornada, la comunidad cristiana vela junto al sepulcro en silencio. De esta forma, en la Iglesia Católica no se realizan eucaristías, no se tocan las campanas, el Sagrario se deja abierto y vacío, el altar está despojado y no se administra ningún sacramento excepto la Unción de los enfermos y la Confesión de los pecados.

Dado que no puede celebrarse ningún rito oficial, se suelen realizar retiros espirituales y las iglesias permanecen abiertas para que los sacerdotes atiendan confesiones. También es común la misa de la Liturgia de las Horas por parte de los clérigos con participación de fieles seglares.

Vigilia Pascual

Cuando anochece este día, tiene lugar la principal celebración cristiana del año: la Vigilia Pascual. Este acto se realiza durante la noche previa al Domingo de Resurrección y es un momento para regocijarse por la resurrección de Jesús. Aunque este año será diferente por la pandemia, es tradición que en todas las iglesias cristianas se realice un ritual similar antes de la media noche, compuesto de varias partes:

- Bendición del fuego o lucenario: la Vigilia comienza cuando se apagan las luces y el sacerdote enciende una llama de fuego, con la que prenderá luz al Cirio Pascual, el cual es bendecido y llevado en procesión a través de la iglesia mientras permanece a oscuras. Cuando esta termina, el sacerdote canta el Pregón Pascual, antiguo himno de Pascua.

- Liturgia de la Palabra: se leen siete relatos del Antiguo Testamento referentes a la salvación de Dios. También se leen salmos del Nuevo Testamento y varios cánticos interpretados por un coro o solista.

- Liturgia Bautismal: trata sobre los temas de la resurrección y el bautismo, como términos que se complementan. Durante esta Liturgia se bendice el agua, se bautiza a los nuevos cristianos de ese año y se renuevan los compromisos bautismales.

- Liturgia de la Eucaristía: es una eucaristía más especial en la que se entonan cantos de júbilo y alabanza durante las comuniones. Para finalizar, los feligreses reciben la bendición.