evangelio agosto 21 de oraciones para tu alma

Primera lectura


Lectura del libro de Rut 2,1-3.8-11;4,13-17


Noemí tenía, por parte de su marido, un pariente muy rico llamado Booz. Rut le pidió permiso a Noemí para ir a recoger espigas donde pudiera hacerlo sin problemas. Como ella se lo diera, Rut salió al campo y se puso a espigar detrás de los segadores. Dio la coin cidencia de que el campo adonde ella había llegado pertenecía a Booz, pariente de Elimelec, que precisamente llegó ese día de Belén. Booz, dirigiéndose entonces a Rut, le dijo: «Oye, hijita, no vayas a recoger espigas a otra parte. Quédate aquí y no te separes de los trabajadores. Síguelos a cualquier potrero donde vayan a segar. Yo les daré órdenes de que no te molesten. Y si tienes sed, no tienes más que acercarte a los cántaros donde tienen agua.»

Al oír esto, Rut se inclinó profundamente hasta el suelo y le dijo: «¿Qué de bueno has visto en mí, una extranjera, para que me trates con tanta bondad?» «Me han contado, le respondió Booz, lo bien que te has portado con tu suegra después de que murió tu marido, hasta el punto de dejar tu patria y tus padres para venirte a un país totalmente desconocido para ti.

Booz se casó, pues, con Rut y se la llevó a su casa. Tuvo relaciones con ella y Yavé permitió que quedara embarazada y que diera luego a luz un niño. Al saberlo, las mujeres felicitaban a Noemí diciéndole: «Bendito sea Yavé, que no ha permitido que un pariente cercano de un difunto faltase a su deber con éste, sin conservar su apellido en Israel. Este niño será para ti un consuelo y tu sustento en tus últimos años, pues tiene por madre a tu nuera, que te quiere y vale para ti más que siete hijos.»

Noemí se llevó al niño, lo recostó en su falda y se encargó de criarlo. Las vecinas decían: «A Noemí le ha nacido un hijo.» Y lo llamaron Obed. Obed fue el padre de Jesé y éste padre de David.


Palabra de Dios.


Salmo


Sal 127,1-2.3.4.5