Primera lectura


Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 7, 25-31


Respecto a los que se mantienen vírgenes, no tengo mandato alguno del Señor; pero los consejos que les doy son los de un hombre a quien el Señor en su bondad ha hecho digno de crédito. Yo pienso que ésa es una decisión buena. En vista de las dificultades presentes, creo que es bueno vivir así.

¿Tienes obligaciones con una mujer? No intentes liberarte. ¿No tienes obligaciones con una mujer? No busques esposa. Si te casas, no cometes pecado, y tampoco comete pecado la joven que se casa. Pero la condición humana les traerá conflictos que yo no quisiera para ustedes.

Esto quiero decirles, hermanos: el tiempo se ha acortado. En adelante, los que tienen esposa deben vivir como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; los que están alegres, como si no lo estuvieran; los que compran, como si no hubieran adquirido nada; y los que gozan la vida presente, como si no la gozaran. Piensen que todo lo actual está pasando.


Palabra de Dios



Salmo


Sal 44, 11-12. 14-15. 16-17

R/. Escucha, hija, mira: inclina el oído



Ahora tú, hija, atiéndeme y escucha: olvida a tu pueblo y la casa de tu padre, y tu hermosura al rey conquistará. El es tu Señor. R/.


La hija del rey, con oro engalanada, es introducida al interior, vestida de brocados al rey es conducida. La siguen sus compañeras vírgenes que te son presentadas. R/.


Escoltadas de alegría y júbilo, van entrando al palacio real. En lugar de tus padres tendrás hijos, que en todas partes príncipes serán. R/.



Evangelio


Lectura del santo evangelio según san Lucas 6, 20-26


El, entonces, dirigió la miradahacia sus discípulos y les dijo:

«Felices ustedes los pobres, porque de ustedes es el Reino de Dios.

Felices ustedes los que ahora tienen hambre, porque serán saciados.

Felices ustedes los que lloran, porque reirán.

Felices ustedes si los hombres los odian, los expulsan, los insultan y los consideran unos delincuentes a causa del Hijo del Hombre. Alégrense en ese momento y llénense de gozo, porque les espera una recompensa grande en el cielo. Recuerden que de esa manera trataron también a los profetas en tiempos de sus padres.

Pero ¡pobres de ustedes, los ricos, porque tienen ya su consuelo!

¡Pobres de ustedes, los que ahora están satisfechos, porque después tendrán hambre!

¡Pobres de ustedes los que ahora ríen, porque van a llorar de pena!

¡Pobres de ustedes cuando todos hablen bien de ustedes, porque de esa misma manera trataron a los falsos profetas en tiempos de sus antepasados!


Palabra del Señor


Bienaventurados...

REFLEXION


En el evangelio de hoy Jesús trae la buena noticia a los pobres, a los que sufren, a los que lloran, a los necesitados… Todos ellos son proclamados felices y se les anuncia que su situación cambiará radicalmente y participarán en el gozo pleno del Reino de Dios. No se dice que sean felices porque su comportamiento es mejor que el de otras personas, sino porque reciben la misericordia de Dios, que siempre está al lado de los maltratados y oprimidos. Ellos son los destinatarios de la predilección divina: así lo habían recordado a menudo los profetas de Israel, y en Jesús este anuncio se hace realidad. Propiamente, las bienaventuranzas son ocho, como indica la inclusión (es decir, la repetición de una misma frase para marcar el inicio y el final de una sección) entre la primera y la octava a propósito del Reino de los cielos. La última bienaventuranza tiene una ampliación que se aplica directamente a los discípulos, invitados a alegrarse cuando sufran persecuciones. Y es que las Bienaventuranzas, que son ante todo un anuncio gozoso, contienen a la vez un programa de vida radical y exigente, modelado sobre el ejemplo de Jesús mismo, que puede conllevar incomprensiones y violencias para quienes lo pongan en práctica.

SIGUENOS EN NUESTRA REDES

instagram de oraciones para tu alma
facebook de oraciones para  tu alma
twitter de oraciones para tu alma
youtube de oraciones para tu alma
tiktok de oraciones para tu alma
pinterest de oraciones para tu alma