Cinco maneras de aceptar la voluntad de Dios
ACEPTA que Dios quiere tu bien.
Así dice El Señor, el que te rescara, el Santo de Israel, "Yo soy tu Dios y te enseño lo que te es provechoso, indicándote el camino que debes seguir
ISAIAS 48: 17
En la vida es muy importante abrir la mente a nuevas enseñanzas. Algunas situaciones de nuestra vida no son tan agradables, pero siempre son necesarias para aprender algo. Preguntemos a Dios qué es lo que nos quiere enseñar en cada situación complicada que pasamos. Él siempre nos dará lo que nos conviene.
RECONOCE que Dios es justo.
El es la roca, cuya obra es perfecta, y todos sus caminos son justicia, Es Dios leal, enemigo del mal, es recto y justo.
DEUTERONOMIO 32 : 4
Dios siempre será justo. Cuando clamemos por su ayuda siempre nos dará lo que nos corresponde. Aunque a veces a nosotros nos parezca, recordemos que Dios es justo. Él nunca se equivoca.
CREE que tu Padre te protege siempre.
La fuerza de nuestro Dios acompaña a todos los que lo buscan para el bien de ellos; pero su fuerza y su cólera recaen sobre todos los que lo abandonan.
ESDRAS 8 : 22
Si pasamos por situaciones dificiles, nos ayudará mucho atomar la decisión de creer que Dios nunca nos abandona. Siempre está cuidado nuestro diario vivir y nunca permitirá que algo malo nos suceda.
ELIGE confiar en Dios.
Me hostigan todo el día y miran como me debato. Qué numerosos son mis adversarios.
SALMO 56 : 3
Es seguro que el miedo siempre va a estar presente en nuestras vidas, pero aún así es preciso siempre tener presente en repetir: “Yo confío en ti, mi Dios”. No permitamos que el temor nos robe la confianza, lo mejor es que nos mantengamos pensando y diciendo: “Mi confianza está en Dios, y Él nunca me defraudará”.
PERSEVERA en la oración
Que Dios tenga piedad y nos bendiga, nos ponga bajo la luz de su rostro!
SALMO 67 : 1
Cuando nosotros oramos, nos acercamos más al corazón de Dios. Y cuando tocamos el corazón de Dios, somos consolados y fortalecidos. No dejemos de acercarnos al trono de la gracia con la confianza de que nuestro Padre nos recibe y nos dará su ayuda en el momento justo.