Primera lectura
Lectura del libro de Isaías 49,8-15
Yavé te asegura: En el momento oportuno te atendí, al día de la salvación, te socorrí. Quise que fueras la alianza del pueblo, que reconstruyeras el país, y entregaras a sus dueños las propiedades destruidas, Dirás a los prisioneros: '¡Salgan!', a los que están en la oscuridad: 'Salgan a la luz. A lo largo del camino pastarán y no les faltará el pasto ni en los cerros pelados. No padecerán hambre ni sed, y no estarán expuestos al viento quemante ni al sol; pues el que se compadece de ellos los guiará y los llevará hasta donde están las vertientes de agua. Haré caminos a través de las montañas y pavimentaré los senderos..
Y ahora vuelven del país lejano, otros del norte y del oeste, aquéllos del sur de Egipto.
¡Cielos, griten de alegría! ¡Tierra, alégrate! Cerros, salten y canten de gozo porque Yavé ha consolado a su pueblo y se ha compadecido de los afligidos.
Y Sión decía: 'Yavé me ha abandonado y el Señor se ha olvidado de mí.
Pero, ¿puede una mujer olvidarse del niño que cría, o dejar de querer al hijo de sus entrañas? Pues bien, aunque alguna lo olvidase, yo nunca me olvidaría de ti.
Palabra de Dios