EVANGELIOS

IMPORTANCIA DE ESCUCHAR EL EVANGELIO CADA DIA


Aquí hay ocho razones por las que necesitamos escuchar las verdades del Evangelio todos los días:


  1. Evocar alabanzas y gracias a Dios. Dios nuestro Padre es quien debería estar en los titulares de las noticias cada día. En lugar de dar por sentado sus increíbles obras de salvación en nuestro nombre, debemos meditar diariamente en lo que ha hecho en Cristo y ofrecerle la adoración y acción de gracias que tanto merece (Romanos 11: 33–36; Apocalipsis 5) .

  2. Para recordarnos nuestra identidad en Cristo. Escuchar el Evangelio cada día y cada semana nos enfoca en Cristo (Col.3:1–4; 1Co.15:1–11). Fácilmente olvidamos quién es realmente Cristo y quiénes somos en él. La buena noticia despeja la niebla del olvido y nos recuerda lo que Dios ha hecho en la historia y en Su pueblo.

  3. Para sostenernos. Meditar en la Palabra de Dios y las verdades del Evangelio arraiga nuestra fe, nos hace fructíferos, nos alimenta, nos riega, nos hace crecer y nos mantiene firmes en las pruebas (Salmo 1; Juan 6: 22–59; Judas 20–21).

  4. Para guardarnos del pecado. El Evangelio nos santifica porque a través de él crecemos en amor por nuestro Padre y deseamos complacerlo con nuestra vida. El Evangelio es un tesoro mayor que la gratificación temporal, un placer mayor que el pecado para disfrutar. Sabiendo que no hay nada bueno que podamos hacer que haga que Dios nos ame más en Cristo, en realidad nos libera para amarlo y obedecerlo en lugar de aprovechar Su gracia (ver todos los Romanos 6).

  5. Para motivarnos a hacer buenas obras. La resurrección de Jesucristo nos libera para vivir nuestras vidas ya no para nosotros sino para quienes nos rodean (Tit. 2: 11–14; Ef. 2: 1–10).

  6. Para protegernos de la desesperación. Ningún pecado que cometemos hace que Dios nos ame menos. El Evangelio nos libera de la desesperación. Nada puede separarnos del amor de Cristo, que nos fue mostrado a través del Evangelio de la Cruz (Rom. 8: 31-39).

  7. Para alentar a otros a nuestro alrededor. Cuando se nos recuerda el Evangelio, somos más propensos a compartir una palabra de aliento con los demás durante todo el día. Este estímulo a su vez los edifica en el Evangelio y ministra la verdad a sus corazones (2Tim. 2:1–7). Un excelente recurso a este punto es el libro Counsel From the Cross: Conectando a las personas rotas con el amor de Cristo por Elyse M. Fitzpatrick y Dennis E. Johnson.

  8. Para vencer a nuestro orgullo. Una reflexión seria sobre nuestro pecado y lo que Dios ha hecho por nosotros en el Evangelio destruye nuestro orgullo y cultiva un espíritu de humildad ante el Señor y los demás (Juan 3:16, 5:24; Tit. 3:1–7).


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