DIA 32

El Espiritu Santo puede ser blasfemado

El Espiritu Santo puede ser blasfemado


LA BLASFEMIA CONTRA el Espíritu no se le perdonará a nadie” (Mateo 12:31). Este es discutiblemente el pasaje más atemorizante del Nuevo Testamento. Es llamado el pecado imperdonable porque no hay perdón si uno blasfema contra el Espíritu Santo. Muchos pastores tienen a alguien en su iglesia que teme haber cometido este pecado. De vez en vez recibo mensajes en Twitter de personas que temen haber blasfemado contra el Espíritu Santo. Suele provenir de alguien que había estado batallando con la tentación sexual y cedió.


¿Qué es la blasfemia contra el Espíritu Santo? Primero, no es ningún pecado contra la ley moral (Los Diez Mandamientos). No es codicia, robar o dar falso testimonio; no es cometer asesinato o adulterio. El rey David cometió ambos: asesinato y adulterio y fue perdonado. El pecado imperdonable se comete cuando el veredicto final de alguien con respecto al evangelio es mostrar desprecio por el testimonio del Espíritu, que es glorificar a Cristo. Es la decisión final de una persona de socavar el testimonio del Espíritu Santo de que Jesús es Dios en la carne. Uno, por lo tanto, blasfema contra el Espíritu Santo al negar de manera final que Jesús es Dios en la carne; o diciendo que Jesús tiene un espíritu maligno. En el relato de Marcos está escrito: “Excepto a quien blasfeme contra el Espíritu Santo. Éste no tendrá perdón jamás; es culpable de un pecado eterno”. Y luego Marcos añadió que Jesús dijo esto porque estaban diciendo: “Tiene [Jesús] un espíritu maligno” (Marcos 3:29-30). ¿Cómo puede saber que no ha cometido el pecado imperdonable? Si usted puede testificar desde su corazón que Jesús es Dios, no se preocupe más. Vi un congreso en YouTube en el que los oradores se burlaban de ciertas personas que estaban cayendo bajo el poder el Espíritu y riendo a carcajadas. Irónicamente, algunos de estos oradores estaban riéndose mientras veían vídeos de personas que estaban riendo a carcajadas. Uno de los oradores también había escrito que hablar en lenguas es vudú. Esto está peligrosamente cerca a decir que el Espíritu Santo es maligno. No creo que este hombre tuviera la intención de decir eso. Pero fue aleccionador ver a estos hombres riéndose de cristianos sinceros y leer lo que acabo de referir. Prefiero quedarme corto de decir que estos hombres que se estaban burlando blasfemaron al Espíritu. Pero es atemorizante lo que estaban haciendo.


En mi antigua iglesia en Ashland, Kentucky, invitábamos evangelistas a que vinieran dos o tres veces al año para celebrar reuniones de avivamiento, las misiones solían durar dos semanas cada una. Era común que el ministro predicara sobre blasfemar al Espíritu Santo por lo menos una vez—usualmente en la última noche—espantando a todos casi hasta la muerte. No obstante, no puedo recordar alguna vez escuchar a uno de esos ministros explicar exactamente lo que era el pecado imperdonable; ni cómo podía ser cometido. Temo que era utilizado algunas veces como una treta para hacer que la gente corriera al altar, por miedo a cometer este pecado e irse al infierno inevitablemente.


Y no obstante he tenido personas en la Capilla de Westminster que han venido a verme, preocupadas por haber blasfemado contra el Espíritu. Un hombre muy estimado—quien era sólido en su fe—recuerda una ocasión antes de haberse convertido en la que dijo: “Maldito seas, Espíritu Santo”. Después de que se convirtió, escuchó los pasajes acerca de la blasfemia al Espíritu. Aunque estaba sirviendo al Señor fielmente, este incidente lo perseguía. Cuando le mostré que blasfemar contra el Espíritu es mostrar desprecio por el testimonio del Espíritu señalando a la persona de Jesús, fue liberado y jamás estuvo atribulado de nuevo. Repito: si usted puede decir desde su corazón que Jesucristo es Dios, usted no ha cometido este pecado. Pablo dijo que ninguna persona puede decir “Jesús es el Señor” sino por el Espíritu Santo (1 Corintios 12:3). ¿Ananías y Safira blasfemaron contra el Espíritu Santo porque Pedro dijo que le habían mentido al Espíritu y cayeron muertos instantáneamente? No. Eran creyentes que fueron controlados por la codicia. Esto le puede suceder a cualquiera de nosotros. No hay indicio de que hayan cuestionado a la persona de Jesús. Cayeron muertos porque voluntariamente mintieron acerca del dinero en la presencia inmediata y directa del Espíritu Santo. Dios hizo un ejemplo de ellos para mostrar la responsabilidad que tenemos cuando Dios está presente así. Si el Espíritu Santo fuera a regresar a la iglesia en ese nivel de poder—como yo mismo espero que vendrá un día—podemos esperar que este tipo de cosa suceda de nuevo.


Si usted puede decir en medio de su corazón: “Jesús es el Señor”, es porque tiene al Espíritu Santo. Usted no ha blasfemado en su contra.