Primera lectura
Lectura del libro del Exodo 32, 7-11. 13-14
Entonces Yavé dijo a Moisés en el cerro: «Vuelve y baja, porque tu pueblo ha pecado. Bien pronto se han apartado del camino que yo les había indicado. Se han hecho un ternero de metal fundido y se han postrado ante él. Le han ofrecido sacrificios y han dicho: Israel, aquí están tus dioses que te han sacado de Egipto.»
Yavé dijo también: «Ya veo que ese pueblo es un pueblo rebelde. Ahora, pues, deja que estalle mi furor contra ellos. Voy a exterminarlos, mientras que de ti yo haré nacer un gran pueblo.»
Moisés suplicó a Yavé, su Dios, con estas palabras: «Oh Yavé, ¿cómo podrías enojarte con tu pueblo, después de todos los prodigios que hiciste para sacarlo de Egipto?
Acuérdate de tus servidores Abrahán, Isaac y Jacob, y de las promesas que les hiciste. Pues juraste por tu propio Nombre: «Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu raza la tierra que te prometí, para que sea de ellos para siempre.»
Así, pues, Yavé renunció a destruir a su pueblo, como lo había anunciado.
Palabra de Dios