Primera lectura


Lectura del libro del Eclesiástico 24, 1-2. 8-12


La sabiduría hace su propia alabanza,

encuentra su honor en Dios

y se gloría en medio de su pueblo.

En la asamblea del Altísimo abre su boca

y se gloría ante el Poderoso.

«El Creador del universo me dio una orden,

el que me había creado estableció mi morada

y me dijo: “Pon tu tienda en Jacob,

y fija tu heredad en Israel”.

Desde el principio, antes de los siglos, me creó,

y nunca más dejaré de existir.

Ejercí mi ministerio en la Tienda santa delante de él,

y así me establecí en Sión.

En la ciudad amada encontré descanso,

y en Jerusalén reside mi poder.

Arraigué en un pueblo glorioso,

en la porción del Señor, en su heredad».


Palabra de Dios