DIA 38
El Espiritu Santo utiliza la imposición de las manos
El Espiritu Santo utiliza la imposición de las manos
EN CIERTA ETAPA de la vida de la primera iglesia emergió una práctica mediante la cual el poder del Espíritu Santo se transfería a través de la imposición de las manos. Esto de hecho se hizo unos mil trescientos años antes por Moisés. El Señor le dijo a Moisés: “Toma a Josué hijo de Nun, varón en el cual está el Espíritu, y pondrás tu mano sobre él” (Números 27:18, JBS). Moisés hizo precisamente eso. “Luego le impuso las manos y le entregó el cargo” (v. 23). Observe que Josué ya tenía el Espíritu. Pero necesitaba más. Hubo tanto una renovación como una comisión con la imposición de las manos. Josué fue “lleno de espíritu de sabiduría, porque Moisés puso sus manos sobre él” (Deuteronomio 34:9, énfasis añadido).
Una parte del ministerio de Jesús fue que le impuso manos a la gente o meramente los tocaba para su beneficio. Vino a casa de Pedro y vio a la suegra de Pedro acostada en cama con fiebre. “Le tocó la mano y la fiebre se le quitó” (Mateo 8:14-15). Un principal de la sinagoga le rogó a Jesús: “Mi hijita se está muriendo. Ven y pon tus manos sobre ella para que se sane y viva” (Marcos 5:23). Jesús fue a su casa, “la tomó de la mano [ . . . ] se levantó en seguida y comenzó a andar. Ante este hecho todos se llenaron de asombro” (vv. 41-42). Jesús sanó a un ciego cuando “le puso de nuevo las manos sobre los ojos, y el ciego fue curado: recobró la vista y comenzó a ver todo con claridad” (Marcos 8:25). Jesús también impuso las manos sobre los niños (Mateo 19:15). ¿Alguna vez se ha preguntado cómo fueron esos niños de grandes? ¡Lo descubriremos en el cielo!
En Hebreos 6:1-2, el escritor se refiere a seis doctrinas que llama “fundamentos”. Uno de estos es “imposición de manos”. ¿Cuál es el propósito? Dos cosas. Primero, transferir la unción del Espíritu Santo. Segundo, lanzarlo a uno en un ministerio especial, u ordenación. La primera referencia a la imposición de manos en la primera iglesia fue cuando “por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo” (Hechos 5:12, RVR 1960). La segunda referencia es cuando los primeros diáconos fueron seleccionados con el fin de aligerar la carga de los apóstoles. Después de que se escogieron siete hombres, los apóstoles oraron y “les impusieron las manos” (Hechos 6:6). En este caso no es claro si imponer las manos dio como resultado un incremento en la unción (probablemente) o si fue para mostrar aprobación apostólica (ciertamente). Pablo más tarde aconsejaría a Timoteo a no apresurarse “a imponerle las manos a nadie”, no sea que le dé aprobación a la persona incorrecta (1 Timoteo 5:22). Mientras la iglesia ayunaba y oraba en Antioquía, “dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y losdespidieron” (Hechos 13: 2-3). En esta ocasión se demostró tanto la aprobación y el incremento de poder para estos dos hombres. A lo largo de los siglos la iglesia cristiana ha mantenido la imposición de las manos con referencia particular a la ordenación. Y siempre se esperaba que una medida del Espíritu Santo fuera simultáneamente transferida cuando esto sucedía.
En la mayoría de las ocasiones con respecto a la imposición de las manos no era para ordenación sino para la mera transferencia de poder; algunas veces para recibir el Espíritu, otras veces para señales y maravillas. Pablo y Bernabé hablaron con denuedo del Señor, “el cual daba testimonio a la palabra de su gracia, concediendo que se hiciesen por las manos de ellos señales y prodigios” (Hechos 14:3, RVR 1960). Cuando Pablo estaba en Éfeso, fue la imposición de las manos lo que dio como resultado que los efesios fueran bautizados con el Espíritu “y empezaron a hablar en lenguas y a profetizar” (Hechos 19:6). Dios hizo “milagros extraordinarios p