evangelio noviembre 5 de oraciones para tu alma

Primera lectura


Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 15,14-21


Personalmente estoy convencido, hermanos, de que también ustedes están llenos de buena voluntad, colmados de todo conocimiento, y que son capaces de amonestarse mutuamente.

Sin embargo, me atreví a hablarles con franqueza para recordarles algunas cosas. Lo hago con la autoridad que Dios me dio cuando hizo de mí el ministro de Cristo Jesús entre las naciones paganas para el oficio sagrado del Evangelio de Dios, para hacer de esas naciones una ofrenda agradable a Dios, santificada por el Espíritu Santo. Por eso en las cosas de Dios tengo el orgullo que se puede tener en Cristo Jesús.

Pero no me atrevería a hablar de otra cosa fuera de lo que Cristo ha hecho valiéndose de mí para que los paganos reciban la fe: mis palabras y mis obras, con cantidad de milagros y prodigios, y el poder del Espíritu Santo. Desde Jerusalén hasta el Ilírico, por todas partes he esparcido la Buena Nueva de Cristo.

Pero he tenido cuidado, y de esto me honro, de no predicar en lugares donde ya se conocía a Cristo, y de no edificar sobre fundamentos ajenos. Me guié por la Escritura: Lo verán aquellos a quienes no había sido anunciado, lo conocerán los que nada habían oído.


Palabra de Dios.


Salmo


Sal 97

R/. El Señor revela a las naciones su salvación.