Primera lectura


Lectura del primer libro de Samuel 1,24-28


Después que le hubo quitado el pecho, lo hizo subir junto con ella a la casa de Yavé en Silo; llevaba también un toro de tres años, una medida de harina y un cuero de vino. El niño era aún muy pequeño.

Sacrificaron el toro y llevaron el niño a Helí. Ana le dijo: «Perdona, señor, tan cierto como que tú vives, señor, que yo soy la mujer que estuvo cerca de ti orándole a Yavé. Yo rezaba por este niño y Yavé me concedió lo que le pedía. Yo ahora se lo cedo a Yavé para el resto de sus días; él será donado a Yavé». Así fue como se quedó al servicio de Yavé.


Palabra de Dios.



Salmo


1S 2,1.45.6-7.8abcd

R/. Mi corazón se regocija en el Señor, mi Salvador



Mi corazón se regocija en el Señor, mi poder se exalta por Dios. Mi boca se ríe de mis enemigos, porque gozo con tu salvación. R./